He pasado épocas disfrutando lo que hacía y con muchas ilusiones puestas en el futuro. Por desgracia, hacía tanto tiempo de eso que ya apenas recordaba lo que era. Aunque he empezado el nuevo curso con las mismas cero ganas que el anterior, tras dos días de presentaciones me he llevado alguna grata sorpresa y espero que eso me ayude a ilusionarme de nuevo.
Puede que al acabar la semana o dentro de un mes, cuando esté cargadísima de trabajo, ya no piense lo mismo, pero hoy es hoy y el hoy manda. Hoy ni siquiera alguien que me hablase de manera pesimista sobre el futuro en la eseñanza haría que me entristeciese, aún dándole la razón o aceptando que es más realismo que pesimismo.
Acabo de abrir un correo de mi amiga Irene, a la que le deseo que no lo esté sufriendo en exceso (aunque sin duda lo hace), pero que espero que al menos le busque su puntito de humor y que su paciencia se lo permita, "clarostá". Yo, lejos de echarme las manos a la cabeza (ya tendré tiempo para eso XD), me he reído mucho.
3 comentarios:
Jejejeje. Mola imaginar...imaginarte dando clases...mola xdddd Serás una gran profe de franchute, fijo :)
Viendo que puedo hacer un comentario aquí mismo (y no tengo que irme a otro post), me he sentido en la obligación moral...
Nada, que qué bonitas son las gratas sorpresas. Y... que cuides tus ilusiones, que son muy valiosas.
Me gusta ese espíritu, espero realmente que renueves esas ilusiones que dices que hacía tiempo que no tenías, el optimismo puede que no sea la clave del éxito, pero es sin duda la de la felicidad
Publicar un comentario